Habiendo ya aprendido todas las ciencias

y habiéndolas encontrado un tanto exangües

ahora te estudio a ti con gran provecho.

Muéstrame tus Oficinas y Señoríos,

tus mejores Castillos y Camposantos,

tus Tumbas Dinásticas, tus Catedrales,

tus nuevos Jardines a la italiana,

muéstrame, por favor, tus orejas,

tus dientes, incluso si a veces te duelen,

hazme pasar de la física a la química,

de la mecánica a la topografía

y del estudio de la belleza en general

a un serio examen de sus particulares,

hazme pasar de las leyes a los fenómenos

y de lo evidente descender a lo oculto.

Juan Rodolfo Wilcock (Argentina