Lejos de la colmena
surcando los aires de mayo
una abeja acopia néctar
acaso por última vez.
Y aún así ¿sería cierto su final?
Yo fijo en lo que cambia, pienso en mí
y sólo concibo el furor del tiempo;
ella fluye en el dorado instante
junto al dulce ritual del polen.
Parece eterno ese sueño otoñal:
sabe ignorar lo que daña
y apenas busca, levedad de levedades,
su exacta porción de miel.
Mariano Shifman (Argentina)